La garra (29 de Julio)

A la intemperie, sin abrigos, sin olores.
Sin trenes, sin aciertos, sin errores.

Ahí es donde me temo,
ahí es donde mi amor se convierte en garra que araña la piel.

Pide poco más que una anciana,
es garra cansada de tanto querer y dejar de poseer.

Pide mecerse y un café por la mañana,
una aventura de madrugada y una caricia para florecer.

Pero a la garra desgastada nada le dan.
Todo lo que a ella le ofrezcas morirá con elegancia.

Porque quien que se aferra con las uñas no sabe lo que es gracias,
quien se aferra con las uñas no aprende a abrazar.

La garra sabe defenderse y
a veces proteger tesoros rotos,
y sin reparo con lo otro

se olvida de curarse.

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